Balance 2020 (Parte II): Revaloración de la estrategia y la comunicación

Balance 2020 (Parte II): Revaloración de la estrategia y la comunicación

Cuando el 2020 inició posiblemente el común de nosotros tenía un plan o una estrategia; sin embargo, la pandemia en el común de los casos inhabilitó y canceló nuestras planificaciones estratégicas originales, correspondió entonces lidiar con la incertidumbre, los imprevistos, y muy especialmente con el miedo, y como sabemos el miedo resulta paralizante, caótico y nos imposibilita visionar con claridad la dirección correcta.

Así en medio de este año, la comunicación y la estrategia resultaron dos componentes cruciales que se revalorizaron en medio de esta inédita crisis; y digo que se revalorizaron, pues probablemente algunos profesionales y especialistas del área bien conocemos de la importancia e idoneidad que revisten ambos aspectos en las dinámicas organizacionales, y como resultan necesarios y complementarios para su efectividad, brindado una nueva mirada de la comunicación estratégica y de la estrategia de comunicación en el contexto de la Estrategia Corporativa y la Comunicación Organizacional, las cuales como se ha vislumbrado desde las teoría deben gestionarse de manera proactiva, reactiva y de crisis; de donde en lo personal considero que el ámbito organizacional regularmente se maneja reactivamente.

La formulación de la estrategia y la capacidad de comunicación están entre las dimensiones de gestión clave que aun debemos fortalecer en materia de gestión, como se hizo evidente; muy especialmente en gestión de crisis; asumir que estos aspectos son básicos, simples y pensar que ‘cualquiera’ puede desarrollarlos, constituye un gran error.

No obstante, a lo largo de este convulso año, se pudo evidenciar como gerentes y comunicadores se amalgamaron para hacer frente a la crisis, desde la innovación y la creatividad, poniendo al centro de la estrategia y la comunicación a colaboradores internos y grupos de interés y decisión.

La formulación estratégica demanda conocer la situación y pensar de manera analítica, critica y creativa como brindar alternativas y soluciones de acción, lo que en el marco de la pandemia COVID19; hemos podido observar en emergencia, estimando algunas estrategias que surgieron en este contexto:

  • Actuar desde la interdisciplinariedad con equipos multidisciplinarios para optimizar la capacidad estratégica de la organización.
  • Fomento de la Cercanía comunicación y relacionamiento con y entre los empleados o colaboradores internos.
  • Reforzar el valor de la vida y fomentar el autocuidado.   
  • Actuación remota, responsable y colaborativa.
  • Impulsar el sentido o Espíritu de Equipo.
  • Adoptar las nuevas tecnologías
  • Generar sentido de unidad, pertenencia y colaboración con flexibilidad remota y desempeño mediado.
  • Impulsar la acción y la capacidad de respuesta,
  • Distinguir de manera responsable la verdad en el contexto noticioso e informativo haciendo uso responsable de los datos.
  • Impulsar la estrategia desde la generación de valor y la innovación creativa.
  • Inspirar el cambio y la acción resiliente.

En términos generales, cuando estamos a solo 15 días para cerrar el año 2020, una de las mayores inquietudes organizacionales está asociada a la formulación de una estrategia para el 2021, ya que como bien sabemos, el paso del año se hace en formato intrapandemia, lo cual quiere decir que continúan los imprevistos y la incertidumbre, por cuanto la mayoría podría pensar que formular una estrategia para 2021, es algo así como echar tiempo y esfuerzos en saco roto; no obstante, es mejor tener un plan sujeto a cambios y ajustes, a ir por la vida como un barco a la deriva, o aplicar la estrategia de ‘por estas calles’: “como vaya viniendo vamos viendo”[1]

Si el Balance del 2020 nos ha indicado que la estrategia y la comunicación son claves en este momento intrapandemia, usemos nuestra creatividad para fortalecer estos aspectos organizacionales, lo que traerá como resultado mayor cohesión del equipo para maniobrar los cambios venideros, de tal manera, que se pueden generar políticas claras para comunicar la estrategia organizacional en el marco de un horizonte incierto, e impulsar una gerencia sin límites en lo que respecta a comunicación estratégica y direccionamiento estratégico organizacional.

Algunos aspectos que me permito compartir con quienes están en ese proceso de formular la estrategia en un marco de incertidumbre:

Revise su filosofía de gestión. Es posible que en intrapandemia, su negocio pueda ser redireccionado o pueda diversificarse si perder su esencia, es mejor disponerse al cambio organizacional que extinguirse en un marco de incertidumbre. Pensar estratégicamente la organización requiere análisis, creatividad, y en muchos casos un toque de osadía; un ajuste parcial o temporal en la misión del negocio puede además hacer aporte a las demandas del mercado.

Realice un balance organizacional. Parece importante, revisar cual es la actual situación de su organización y del mercado intrapandemia; analice junto a sus colaboradores internos y aliados estratégicos sus competencias y capacidades; verifique las posibilidades, potencialidades y también las amenazas reales y potenciales del mercado; y observe como puede su organización afrontar esa realidad sin sucumbir este tiempo fluctuante, piense de y actúe de manera flexible, adaptable y resiliente.

Planifique a corto plazo. La planificación posee documentos maestros básicos: el plan orientado por las metas en plazos de tiempo establecido, a los que luego se articulan los programas que orientan los objetivos en función de áreas, públicos o situaciones específicas. De estos, últimos se puede rescatar el programa especial, el cual se trabaja para una situación irregular o transitoria, y que no excede los seis meses. Pues el 2021, resulta un año irregular y transitorio desde su inicio, es por ello que mi recomendación es planificar a corto plazo con las características de un programa especial, donde las revisiones periódicas son necesarias; y obviamente la periodicidad se establece en virtud de las características y naturaleza de la organización y el negocio. A este respecto estaremos ampliando junto con mi equipo algunas orientaciones estratégicas, por si es un tema que te interese profundizar.

Comunicar la estrategia. Quizás sea el paso más relevante, comunicar la estrategia, amerita que dirección, colaboradores y aliados estén articulados en una estrategia que han logrado construir, que todos conocen, de la cual todos hacen parte, y que cada uno identifica su rol, participación y acción clara y el impacto positivo y negativo que deriva de las acciones y las omisiones tanto de lo que se comunica, como de lo que se calla. En este punto parece clave señalar que el proceso comunicacional demanda unas competencias clave como hablar con sencillez, escuchar con empatía, escribir con precisión y leer con atención; lo que aunado a instrucciones claras optimizarán la comunicación de la estrategia de manera asertiva.  

Fluir con la estrategia. Fluir con la estrategia no es indicativo de conducirse bajo un liderazgo ‘dejar hacer, dejar pasar’, empoderar y facultar a los colaboradores internos y aliados estratégicos en un liderazgo unificado, fluir con la estrategia implica desarrollar un sistema de monitoreo permanente con indicadores que posibiliten el mantenimiento de la estrategia con vista en el horizonte, si bien este horizonte tiene un propósito de dirección claro, recordemos que el volante permite hacer movimientos estratégicos, y que podemos avanzar, detener e incluso mirar el retrovisor y si fuese necesario retroceder y reorientar la estrategia, para ello es importante estar alerta a las dinámicas cambiantes con los pies en la tierra, y saber que cuando se tiene la estrategia en el corazón, se pueden buscar formas para alcanzar los propósitos y obtener los resultados. Es mejor avanzar a pasos cortos, firmes y seguros, que ambicionar metas y objetivos que resulten inalcanzables, y que no vislumbren logros y aciertos para inspirar y motivar al equipo.

El Balance 2020, desde la estrategia y la comunicación continúa siendo positivo, cuando podemos vislumbrar desde nuestros errores, desaciertos y falencias y mundo de posibilidades y oportunidades para ser mejores y avanzar.

El 2021, trae consigo sus propios retos y desafíos, no pretendamos conferirle un continuo del 2020, y para ello hagamos uso de las lecciones aprendidas en durante la pandemia que hemos trabajado en un post en la primera parte de este balance, y las oportunidades de la comunicación y la estrategia como aspectos clave para la gestión organizacional manteniendo la congruencia, la conectividad, la empatía y la colaboración, y cómo si fuera poco reforcemos con la fe y la intuición; preparemos el camino para el 2021 con el mayor de los entusiasmos, con previsión y visionemos los logros.

En la tercera y última parte del balance 2020, que les parece si hablamos de logros y buscamos algo de inspiración en medio de las festividades decembrinas, aceptemos que no todo ha sido malo, así que hagamos juntos un inventario de nuestros logros y resultados.


[1] Nota de la autora. La estrategia “como vaya viniendo, vamos viendo”, justamente es una declaratoria de vacío estratégico que se popularizó y se ha convertido en una especie de proverbio que emerge de la novela venezolana que constituyó una dura crítica al sistema social y político en Venezuela, y hoy me atrevería a decir que, en Latinoamérica, con la cual el personaje Omar Santos, reflejaba que no había un plan, ni una estrategia y que se atendían las emergencias del día a día en el marco de la cotidianidad.

Imagen: Freepik

Enfocados, Inspirados y con el mayor entusiasmo

Enfocados, Inspirados y con el mayor entusiasmo

Cuando se inicia o emprende una nueva tarea, un nuevo cargo, un nuevo año o una nueva etapa en la vida de individuo u organización resulta determinante mirar hacia el horizonte y saber a dónde se quiere llegar, para definir las acciones correctas que permitan delinear las estrategias para avanzar en la dirección correcta sin perder el enfoque.

De tal manera, el inicio de un nuevo año sugiere la renovación estratégica de individuos y organizaciones para lo cual resulta esencial la mirada o abordaje desde lo estratégico.

Si bien la estrategia conforma un concepto complejo y de múltiples acepciones, hoy sugiero respetuosamente abordarlo como el propósito o enfoque, de tal manera que en ausencia de un propósito o enfoque nos acoge la deriva, donde avanzar pasa a un segundo plano en virtud de que es el propósito o enfoque el que determina el punto de avance o direccionamiento. Sin propósito o enfoque ¿hacia dónde vamos?

Así pues, la dirección estratégica establece el sentido, pausas, revisiones, espacios y ritmos de todos los individuos, procesos y organismos involucrados, generando el propio sistema de avance para alcanzar con eficacia, eficiencia y excelencia las metas y objetivos propuestos, en repuesta a las necesidades detectadas por emprendedores, gerentes y estrategas.

Estas semanas de inicios de año, conforman momentos oportunos para generar o revisar el enfoque estratégico; lo cual significa formular y/o revisar la filosofía de gestión en el ánimo de garantizar la claridad de nuestra misión, visión, objetivos y metas. Hace poco la importancia de delinear la filosofía de gestión personal y no solo la empresarial; si tú o tu empresa aun no tienen un enfoque o propósito claro para este año, y deseas orientarte a esta tarea te sugiero estos sencillos pasos para trabajar en ello:

  1. Define tu misión-visión que son dos puntos esenciales para tu propósito, dado que reflejan donde estas, y cuál es el punto máximo aspiracional que te acompaña; pregúntate ¿a dónde quieres llegar?
  2. Enlista las fortalezas de tu perfil personal u organizacional.
  3. Reconoce las oportunidades de mejora vienen envueltas en lo que llamamos falencias, necesidades y errores, y de qué manera puedes poner a trabajar eso en tu favor.
  4. Identifica las áreas que requieres fortalecer, desarrollar, mejorar para definir las acciones que ayudarán a lograrlo, y establece el tiempo en que crees que puedes hacerlo.
  5. Establece una ruta de acción para tu gran propósito que permita enfocar tu avance en la correcta dirección que has definido para ti. Es importante establecer acciones de diferentes niveles para ir evidenciando logros y avances en la dirección o rumbo trazado. Existen hoy día muchas herramientas o cuadrantes de ayuda para la formulación de acciones estratégicas.
  6. Mantente inspirado, busca modelos y/o aliados que te motiven, incentive e inspiren y conviértete a la vez en un modelo inspiracional a seguir por otros, de tal manera que al tiempo que desarrolles tu propio proceso fortalezcas y proyectes tu liderazgo de manera efectiva.
  7. Comunica asertivamente tu propósito o enfoque a tus colaboradores y aliados, cuando hablas de tu enfoque inspiras y cuando hablas de tus logros la dirección se afianza y el compromiso se renueva.

Estos sencillos pasos sin duda te ayudarán a tener un enfoque o propósito; no obstante, el factor determinante del éxito lo marcas tú colocándole <<el mayor entusiasmo>>, un estado mental positivo, el uso de un lenguaje que empodere tu propósito, la confianza en ti mismo y la fe en un mañana de esperanza y bienestar para todos.

Quienes me conocen saben que soy una optimista empedernida; con una gran capacidad de resiliencia; así que no hay opción, estamos benditamente destinados al éxito, la felicidad y al bienestar para nuestro bien y el bien de toda la humanidad.

Mis mejores deseos para cada uno de ustedes mis lectores, mis amigos, mis aliados y mis seguidores en este nuevo año 2018, que tengan un año de propósito pleno en logros y aciertos.

De ustedes siempre en amistad y servicio.

Yanyn Rincón Quintero 

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